Montero Paolo

 

Fueron 2 temporadas en Peñarol (la primera y la última de su carrera, antes de colgar los botines), 4 en Atalanta y 9 en Juventus. Así fue la carrera de Paolo Montero fuera de su único año en San Lorenzo. A mediados de 2005, el conjunto azulgrana sorprendió a propios y extraños e incorporó al experimentado defensor uruguayo que había defendido la camiseta del equipo de Turín por casi una década, en el que, además, consiguió dar diez vueltas olímpicas (4 Scudettos, 3 Supercopas de Italia, una de Europa, una Copa Intertoto de la UEFA y una Intercontinental), pero que había decidido retirarse como profesional antes de que Rafael Savino y Gustavo Alfaro lo convencieran de continuar su carrera en Argentina.

Las expectativas eran altas, pero hubo un obstáculo que le impidió dar todo de sí mismo: las lesiones: tuvo una corta etapa como futbolista del club entre 2005 y 2006, en la que solo pudo disputar 14 juegos en Boedo y convirtió un gol.

Su presentación fue en el empate por 1-1 ante Independiente (Apertura 2005), mientras que su última vez fue en la derrota por 2-0 ante Arsenal (Clausura 2006). En ambos encuentros estuvo desde el arranque y completó los 90 minutos, algo que logró en ocho oportunidades más. En 3 de los 4 choques restantes, integró el once inicial, pero tuvo que ser sustituido por lesión: Gimnasia y Esgrima de Jujuy (ingresó Juan Ramón Fernández tras los primeros 17’), Boca (Nicolás Bianchi Arce lo suplió con apenas 3’ de juego) y Argentinos Juniors (Pablo Alvarado ocupó su lugar transcurridos los primeros 22’). ¿El otro que no finalizó en cancha? Caída por 2-1 ante Estudiantes, debido a que fue expulsado a los ocho minutos del segundo tiempo. Lo rescatable de su paso por Boedo como jugador fue la efectividad que logró el equipo con él en cancha: siete victorias, cinco empates y solo dos duelos perdidos. De todas formas, antes de irse del club, devolvió buena parte de su contrato (cerca de 300 mil dólares) por los pocos minutos que tuvo en cancha y eso es algo que incluso hoy en día se recuerda en Boedo.

A mediados de 2006, fue sondeado nuevamente por Juventus ya que desde Italia lo querían de regreso. Pero él cumplió con su palabra, armó las valijas y se mudó a su país de origen para gastar sus últimos cartuchos en Peñarol, club en el que se inició. 

A mediados de 2021 regresó al club, esta vez como DT, le tocó dirigir un equipo con pocas figuras y muchos juveniles y tras no conseguir resultados, avandonó en cargo cargo antes del final del campeonato.